lunes, 2 de febrero de 2009

I

Tu mirada cae humeda sobre la tierra
y se eleva la mia
Caen los anhelos
y la ciudad se estruja en si misma
Es ella la que cae. Tu.

Decaigo casi honesto sobre ella
caigo con ella sobre mi y
Decaigo entre las piernas grises de mi madre

II

Te observo cayendo y tus cuerpos atados
atados a ti y a tu caida
se muere en el aire esperando caer
y estoy atado a tu caida putrida

Cae tu mirada sobre mi y me elevo
me elevo para caer mas alto
el asfalto son tus piernas
grises de Madre

5 comentarios:

Tillo dijo...

tan religioso que salio el manoolo

Francisco Javier dijo...

Joe, me ha costado entenderlo, pero al fin pude captar el mensaje. Tienes una forma muy interesante de expresar. Gracias por la visita a mi blog.

Un apunte me ha encantado tu otro blog, el de Mas Vale CHOLO que rubio Malteñido. Me encantó el título. Saludos.

Santiago Arcos dijo...

La lluvia y el cemento eran las únicas mascotas la tercera tarde de la existencia. O eso he oido.

Saludos.

Hilaria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hilaria dijo...

me quedo la pura cagada antes....este poemilla me gusto...ese parte sobre todo es bonita.
Caen los anhelos
y la ciudad se estruja en si misma