miércoles, 17 de junio de 2009

La poetiza solitaria camina entre los pesares
va pensando en lo que escribe y no en lo que vive
camina dando la espalda a las voces
y los rumores los escucha cual canciones
baila ensecreto y camina.

No me ve porque no quiere y yo si, por eso la sigo
y su espalda me piensa a cada paso
que no es mucho lo que hace sino lo que piensa
yo el poeta malo y ella la que escribe lo que no vive.


El domingo es duradero y su noche nos presenta
ella no me ve porque no me atrevo.

Camino entre sus pensamientos y mi sombra intenta alcanzarla
mi sombra quiere lograrla pero sus pasos lo son mas

Camina en secreto y no quiere voltear porque no sabe y yo no me atrevo
a alcanzar su sombra sobre la calle.


La vereda es el esenario unico y no hay personajes
porque ella no los escribe aunque lo sabe y yo no soy capaz de hacerlo
Por eso la sigo en secreto
y mi sombra intenta alcanzarla
pero la calle no es lo suficientemente larga.

6 comentarios:

camiblabla :) dijo...

Me sentí como la poetiza... y como el narrador.

camiblabla :) dijo...

conoces a césar becerra, si?

camiblabla :) dijo...

el de LIBER.

Santiago Arcos dijo...

"y su espalda me piensa a cada paso"

Conozco a mujeres de espaldas infinitas y lo son, ciertamente, no por ser grandes. ¿Qué pensará entonces la espalda infinita de aquellos que la siguen? La tristeza.

La inexistencia.

Y uno de los fríos más intensos que se le ocurrió al escritor de vidas. Ese que te da cuando contemplas la belleza dorada de la mujer generosa, amable, inteligente y querida y te das cuenta de que no tienes ningún sentimiento amoroso por ella. Descubriste el amanecer de las edades y te emocionas ante su belleza, pero en el agujero de cloaca que tienes en el pecho no se alojan ni nacen calores infrahumanos.

Este escrito lo oí distinto a todos los otros que he leído de tí. Quizás es más honesto, quizás se nota la intromisión de aquél sentimiento, patrono del dolor. Quizás estabas drogado cuando lo escribiste. O quizás yo lo estaba mientras lo leí.



P.S.: Señorita Camila, remítase a disfrutar de su felicidad y si no la tiene aun, a dar y/o esperar por el paso (porque sabemos que es un solo paso) que la separa de ella. A ud., su felicidad se la deben los dioses de tres religiones distintas que ocurrieron con varios siglos entre sí.

Manolete dijo...

...que impresion...tu blog no esta, que paso, se cambio???

Tillo dijo...

kesaen del corte sopaipilla!!!!!!!



WEONNN DIME KESAEENNNNNNNNN